Al presentar el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, el presidente
Enrique Peña Nieto subrayó que éste no es un proyecto para administrar
la coyuntura o las circunstancias sino para realizar los cambios de
fondo que requiere el país.
Ante gobernadores, el jefe de Gobierno del DF, legisladores,
empresarios, líderes de opinión e integrantes de la sociedad civil, dijo
que es hora de remover las dificultades y los obstáculos que limitan el
desarrollo del país.
En el Patio central de Palacio Nacional, el titular del Ejecutivo
federal afirmó que México tiene la oportunidad histórica de emprender
una profunda transformación nacional que detone su desarrollo del
futuro.
“Enfrentamos grandes desafíos. Ante la violencia, el hambre, la baja
calidad de la enseñanza, el insuficiente crecimiento económico y la aún
poca presencia de nuestro país en el mundo tenemos que actuar con
unidad, visión y corresponsabilidad”, asentó el mandatario.
El Presidente de la República pidió avanzar en la construcción de una
nación exitosa, que se posiciona y es reconocida en el mundo como una
potencia emergente.
Hizo notar que el Plan retoma las cinco metas nacionales que propuso
para elevar la calidad de vida de las familias mexicanas: Tener un
México en paz, incluyente, con educación de calidad para todos, con
prosperidad y con mayor responsabilidad global.
Subrayó que además de estas cinco metas nacionales el Plan establece
tres estrategias transversales: democratizar la productividad,
consolidarse como un gobierno cercano y moderno e incorporar la
perspectiva de género en las acciones de gobierno.
Indicó que para superar estas barreras el PND traza grandes
objetivos, establece prioridades y acciones específicas y define
políticas y reformas transformadoras. “En síntesis: no es un Plan para
administrar la coyuntura o las circunstancias, es un Plan para hacer
cambios de fondo”, puntualizó.
El presidente Peña Nieto dijo que el Plan destaca el diálogo y la
construcción de acuerdos como la vía para fortalecer las instituciones,
promover la formación de ciudadanía y asegurar el respeto a la
protección de los derechos humanos, además impulsa un federalismo
articulado.
“Las circunstancias están dadas para mover a México hacia la ruta de
la paz, la inclusión y la prosperidad. “Esta -asentó- es una oportunidad
que no debemos dejar pasar, los ciudadanos eran listos y dispuestos a
construir un mejor país”.
Dijo que ejemplo de lo anterior son los miles de mujeres y hombres
que participaron en la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo.